Inventario

Llueve. Llueve y hay demasiada gente y muy pocas personas ahí afuera. Hay un ejército de lobos recorriendo las estepas de la ciudad, de tristes tigres maullando como gatos persas en los rincones donde comparten su soledad con la manada.

¿La independencia? El mayor de los trabajos temporales. El quiero y no puedo constante, y cuando puedo, no sé si sé lo que quiero, ni si tengo tiempo para ello.

Llueve. Llueven abrazos con puñales y besos afilados que llegan por el camino rápido al corazón: “Cambio una promesa y dos frases bonitas por tres o cuatro gemidos, amor”. La promesa era olvidarte, lo bonito fue no decirlo y estropear ese momento.

¿La dependencia? Un estado emocional del que se acostumbra a intentar huir sin aceptarlo. Se dice, se comenta, que hace falta más cariño que agua y ozono en el planeta, y días de la semana para seguir trabajando sin cesar.

Llueve. Llueve y el paraguas cubre las lágrimas pero no evita las ganas de llorar. El tiempo es una tormenta en la que todos nos perdemos, un bálsamo que escuece pero cura cicatrices.

¿La amistad? La mayor de las quimeras. Es más sencillo encontrar pareja, aunque muchas de esas parejas en realidad se engañan al formarse para compartir sexo programado hasta aburrirse mutuamente, y poco más.

Ha dejado de llover, son las ocho de la tarde y abre el mercado…. marica el último.

¡Manda narices!

Que estamos en época de crisis ya no lo niega nadie, ni en España ni en Estados Unidos en los últimos días. Y mientras aquí los ciudadanos de a pie no llegan a final de mes y los políticos se han congelado el sueldo, la Casa Real aumentará su presupuesto el próximo año en un 2,7% (8,9 millones de euros).

La noticia puede parecer una broma máxime cuando ese dinero saldrá de nuestros bolsillos y se beneficiarán unos pocos, todavía no se entiende muy bien porqué. Pero como hay que conocer todos los datos, cabe decir que la Casa Real ha sido solidaria con la crisis que padecemos puesto que el año anterior su presupuesto aumentó en un 4,5%.

Personalmente, entiendo perfectamente el aumento del presupuesto. Hay que tener en cuenta que son muchas bocas que alimentar y las revistas humorísticas últimamente se cuidan en salud, así pues no generan ingresos extra. También hay que recordar que la Escolta Real cuesta un pico, entre otras cosas por su efectividad (hace pocas semanas detuvieron y encarcelaron inmediatamente a una persona por atentar contra los Duques de Palma en Barcelona).

Por otra parte están las dietas y los gastos de viaje. Como decía anteriormente, hay que alimentar muchas bocas –y para que crezcan y se mantengan sanos la comida debe ser de alta calidad- y son muchos los billetes de avión que se compran al cabo del año. Todos sabemos que las compañías de ‘low cost’ se crearon únicamente para la gente del pueblo; corre el rumor que si algún miembro de la realeza –que por cuestión de imagen, no puede volar a un aeropuerto secundario y coger después un autocar para llegar a su destino final- se le ocurre la idea de comprar un vuelo similar, la compañía lo rechaza inmediatamente y es objeto de burla en las cenas familiares.

Así que por todo esto le pediría un poco de comprensión a la gente que critica a la Casa Real, que reflexione antes de poner el grito en el cielo. Eso sí, a Letizia también le pediría que si tiene intención –o necesidad- de volver a pasar por el quirófano, que no escatime en el precio… si hay que aumentar el presupuesto se aumenta. ¡Manda narices! con la imagen no se juega, princesa, lo primero es lo primero, ¿no?

http://www.diariosigloxxi.com/texto-diario/mostrar/37242

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