La semana pasada nació en Jerez de la Frontera (Cádiz) un bebé cuya madre tiene 10 años. La menor es de origen rumano, algo que podría llevar a pensar a los más conservadores que se trata de otro problema racial, pero nada más lejos de la realidad. Cada año aumenta el número de madres adolescentes y según el INE este año se cerrará con 4.878 niños de madres menores de 18 años.

La Fiscalía de Sevilla ha abierto una investigación a la familia. Se trata de un problema de educación, no cabe duda y es probablemente en lo que todo el mundo esté de acuerdo, ¿pero quién es el verdadero responsable de este tipo de educación? Lo más lógico es que se apunte a los padres, ¿pero qué hay de la educación escolar, acaso el sexo no debería ser una materia importante en estos tiempos de tantas enfermedades por transmisión sexual? Y con educación escolar me refiero, obviamente, a clases teóricas; las clases prácticas que se impartieron en algunos colegios católicos por todo el mundo ya sabemos cómo acabaron… Por cierto, ¿qué clase de educación sexual ofrecen los colegios religiosos de nuestro país, a un niño cuya religión es inculcada por sus padres? Quizás son demasiadas preguntas incómodas, difíciles de contestar y fáciles de obviar; el resultado es la nueva generación que se avecina de abuelas adolescentes.

Cuando hablo de abuelas adolescentes me refiero, por poner un ejemplo al caso de Elena, la niña de 10 años que acaba de ser madre. Si tenemos en cuenta la teoría de las Constelaciones Familiares, que dice que las personas tendemos a repetir con demasiada frecuencia las mismas historias y dramas de nuestros antepasados, podemos encontrarnos en un futuro no muy lejano a una Elena con 20 años, madre de una hija de 10 que repita la historia de su madre y esté a punto de dar a luz, para convertirse en otra joven madre cuyo niño tendrá una muy joven abuela.

Pero como todo esto forma parte de una minoría social, casos excepcionales como se suele decir, y además estamos en un país donde prácticamente todas las cosas importantes se hacen despacio, tarde y mal, probablemente esta noticia pierda su valor en unos pocos días, hasta que dentro de unos pocos años nos encontremos delante de toda una realidad social que no sabremos cómo afrontar. Entonces nos preguntaremos el cómo y el por qué, sin reparar que para el cuándo ya teníamos respuesta y no se pusieron soluciones a tiempo.

La sociedad avanza de forma inexorable, o más bien retrocede hacía el futuro, a una forma de vida que poco o nada tiene que ver, ya no con la generación de nuestros padres o abuelos, sino la propia en la que se han educado las personas de mi generación que hoy tienen alrededor de los treinta años. Estamos hablando de un cambio tal vez demasiado grande para tan poco espacio de tiempo, y a buen seguro se trata de uno de los principales problemas de la situación actual que padecemos en España.

Para entendernos, de nada sirve tener el coche más bonito por fuera o cambiarle las ruedas y las pastillas de freno; si no prestamos atención a la correa de distribución y la cambiamos a tiempo, el coche termina diciendo basta. Y a este modelo de sociedad cada vez le queda menos tiempo de reacción.

http://www.diariosigloxxi.com/texto-diario/mostrar/62195

0 Comments:

Post a Comment



Entrada más reciente Entrada antigua Inicio

Blogger Template by Blogcrowds