Mano a mano

Un día, una noche con muchas novedades, cómo sino, en ésta época de mi vida.

No he escrito la columna política-social de esta semana, ni tampoco la deportiva. Al carajo con cada una de ellas. Lo siento, había cosas más importantes. Tenía que reír junto a Tanit y Gemma, y oye, a día de hoy, para mí eso es más importante. Quizás ellas no sepan ni siquiera ella cuánto lo agradezco, mediante piedra a través, o sin necesidad de ella… oye, genial. ¡Un besazo enorme a las dos!

No he vivido todas y cada una de las emociones que esperaba sentir en esta semana, ni tampoco las que creía, de forma improvisada, iban a aparecer. No voy a hablar de Ana, ni de Magda, ni de Judith. Bueno, de ésta sí, en parte por petición propia. En los últimos posts hablaba de los ases de mi baraja, y ella era el cuarto, el último, el primero. No puse su nombre, y le ha sentado mal, cuando en otro momento sí lo hice, y le sentó peor (oye, parecía la Belén Esteban escupiendo sapos y culebras, amenazas), así que voy a complacerla… o putearla, no sé, a menos que un juez me diga, aquí queda mi pensamiento, mi vida, al fin y al cabo, ¿no? Éste es mi espacio, ésta es mi vida… yo lo cuento, no cobro, ¿te jode? Es tú problema.

Y mi buena amiga, que hace tan poco que la conozco pero ya es casi como una hermana mayor, va dando las gracias por la calle, piedra en mano, siguiendo el consejo de Jenny Moix, la chica que nos ofreció una grandísima conferencia sobre la felicidad, el otro día. Cuántas reflexiones nos produjo, cuántas preguntas y respuestas… Aún me río de algunas situaciones, ella sabe cuáles, pues además sé que me lee y ahora estará riéndose… (¿has visto? Otra gente está llorando, o cabreada… que inútiles..).

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(Este espacio esta promocionado por mí mismo, por el Pipiolo (C/Balmes, creo, nº 113), por el simple hecho de haber conocido a dos mujeres en concreto; una, la rubia que salió a cantar ‘Peor para el sol’ (gran canción y lo hizo genial, al más puro estilo de ¿Luz Casal?), y después por la ¿novia? de la chica que medía 1.95 como poco, y oye, era preciosa –la bajita-. La mujer de mi vida. Aunque claro, Sonia, la camarera, también era la mujer de mi vida… pero tenía piercings, tatuajes, y seguro que además fuma. En fin… (Por cierto, era un jueves de San Valentín.. por si esto llega, nunca se sabe, a saber cuándo…)

FIN DE LA PUBLICIDAD

Para la gente que lee este blog, de forma habitual o esporádica (saludos Dani, ahora que sé que me lees, aunque oye, no te conozco, pero te compadezco, y no malinterpretes nada, de corazón te lo digo), quería dedicaros una frase de Judith, ahora sí, la menciono sin problemas, por una de sus frases, de sus perlas que callo y guardo:

“Y por último, genial el detalle tuyo de tener cojones para publicar todos los trapos sucios por tu blog y no tener cojones para añadirme como cuarto as de la baraja. Perdona pero me siento un poco estafada: ¿las cosas malas son dignas de publicarse y las cosas buenas, no? A mi ya me has visto suficiente en tu baraja”.

Esto es un párrafo (o parágrafo) que me escribió Judith en un e-mail privado (que repito, si un juez me prohíbe exhibir (por cierto, aquí no se mencionan apellidos; Judith’s hay muchas en el mundo, en España, en incluso en Cataluña), lo borraré y oye, si hay que pagarle cuatro cañas, se las pago. En él me demuestra su total ineptitud, sobre mí, pobre, sobre ella misma. No entraré ahí. Eso sí, me ofende y quiero comentar, que por una parte me parece despreciable que una persona califique como ‘cosas malas’ algo que era una especie de, por Dios, valga mi inocencia y sentido del ridículo, declaración de amor. Sí, oiga, esta chica me gustaba –y sé que yo a ella también-, pero jamás lo confesará, ni me importa… y ahora, por suerte, ¡me alegro!.

Como digo, Judith se convirtió en muchas cosas, más malas que buenas, y que ahora no vale la pena comentar, para qué. ¿Qué se puede decir de una chica que, cuando ha dejado a su ex, te lo deja MUY claro de antemano, queda contigo tres o cuatro veces, incluso de madrugada, te propone paseos en la playa por la noche, después se empecina en que a ti te gusta otra chica (en plan celosa, con opinión contrastada por otras personas) y que te acaba confesando que lo hace en plan melosa para llamar tu atención? Uf! Pasopalabra… ¿Malos entendidos? O soy muy tonto, que cabe dicha posibilidad… o me mejor me callo :)

En fin, Judith, guapa, escucha, sobre todo, el final. Por cierto, ¿sabes que las agresiones físicas, basadas en tus amenazas (escritas y documentadas), son delito? Te recomiendo una tila, contar hasta diez, y relajarte. O un abogado, llegado el caso :D

Es una pena terminar así, pero hoy pongo punto y final a una historia que venia escribiendo hace días, de forma ‘encubierta’, que ella sabía bien… pero claro, hay cosas y momentos que sólo sabemos los dos (repito, no nos hemos enrollado; no hemos follado, vamos a hablar claro, que luego hay malos entendidos) Y oye, hasta aquí puedo leer… porque lo demás son teorías, cábalas de espuma… gente equivocada, seguro, según ella. Pero claro, lástima de ella, de mí, saber que a ambos nos importaba bien poco el sexo, que había cosas más importantes… lástima, como digo, no saber entendernos.

PD: Me gustaría aclarar que Judith, como tal, fue el primer amor de mi vida. Era rubia, de ojos azules, y aún conservo sus fotografías, de entonces, niña pálida e inocente. Ya se sabe, oiga, que las mujeres cambian constantemente de físico… por si acaso, pudiera ser, no se tratase de la misma persona. Y de no serlo, como me han preguntado 32 personas, exactamente, ¿qué más da? Veremos, hasta donde llega la libertad de expresión.

Buenas noches, buenos días… buenas tardes.

Una canción, para recordar... para olvidar:

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