Porque también tenemos derecho a estar tristes de vez en cuando, forma parte de la felicidad. Uno aprende a valorarla mejor cuando se ha sentido triste en alguna ocasión.
Porque algunas miradas tristes esconden mucha felicidad. Porque muchas miradas alegres esconden un gran vacío. Porque, en definitiva, las miradas casi siempre engañan a primera vista.
Y sobre todo, porque escuchar a Rosana con una copa de vino y una buena amiga, no tiene precio. Para todos los demás, os dejo una canción:
Etiquetas: Canciones, Reflexiones
1 Comment:
Entrada más reciente Entrada antigua Inicio
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
¿cúal es?